ASESINATOS EN OSLO VII

Oslo es la capital de Noruega. La ciudad fué fundada por los vikingos hace algo más de mil años. Fué convertida en capital hacia el año 1.299 y a pesar de su fuerte tradición, hoy es una ciudad moderna, con interesantes actos culturales y una importante vida nocturna.

Oleg Olsen llegó al aeropuerto y dejó su coche, un Volvo moderno en el parking del mismo.Sabía que llegaba con tiempo de sobra hasta el aterrizaje del avión donde debería llegar su ilustre visitante. Noruega es un país tranquilo. Sus gentes son de carácter más bien frío, como suele suceder con los habitantes de los países escandinavos del norte de Europa, los cuales parecen contagiados del clima ambiente que suele predominar.

El comisario noruego no conocía a su huesped, pero según el informe facilitado por la Interpol, se trataba de un brillante policía español, joven y de gran astucia para resolver los casos que le llegaban. Era justo lo que necesitaba. La delincuencia en el país nórdico no suele ser importante, ni siquiera los delitos como el que tenía ahora que resolver. Las especiales circunstancias del mismo le había llevado a solicitar el apoyo a la policía europea, pues se le escapaban de las manos muchos datos. Y no es que fuera un hombre sin experiencia, al contrario, eran más de treinta años de investigación criminal, pero nunca se había encontrado un caso así.

Los altovoces anunciaron la llegada del vuelo procedente de Barcelona. Con parsimonia se acercó a la puerta por donde debían de salir los pasajeros a esperar a sus visitante.

Pasaron varios minutos hasta que comenzaron a salir los mismos, casi todos eran noruegos, la mayoría parecían hombres y mujeres de negocios que debían de haber asitido a alguna convención o feria internacional. Entre todos ellos se percató de un hombre joven, vestido de forma informal, que para nada tenia rasgos claros germánicos, que suelen determinar los habitantes de aquel país. Dedujo que se trataba del hombre que estaba esperando y se acercó a él.

-Buenas tardes-lo saludó en inglés-¿Es usted el comisario Carles Ruf?

-Si, el mismo respondió el aludido en el mismo idioma.

-Soy el inspector Oleg Olsen-dijo el noruego.

-God etter middagen-respondió el español en un perfecto noruego.

El comisario Olsen se quedó perplejo ante el saludo en su idioma natal, sin saber que responder. Ante esa actitud, el otro sonrió ampliamente, le tendió la mano y le dijo:

-Comisario, soy hijo de padre noruego-la conversación la seguía efectuando en aquel idioma-y se encargó de que sus hijos no perdieran las raices de su idioma.

-Encantado-respondió Olsen, estrechanddo su mano-Me ha sorprendido usted. Espero que lo siga haciendo en estos días-y sonrió con complicidad a Ruf.

-Eso espero-dijo Carles-así como que no sean muchos días-y se rió ampliamente.Dicho esto, recogió su maleta, de tamaño medio y ambos iniciaron el camino hacia el parking del aeropuerto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

RELATO DE UN HOMBRE SOLITARIO

PINCELADAS DE JUVENTUD - 2º PREMIO CONCURSO PARQUE ALCOSA

CATALAN ¿DIALECTO DEL CASTELLANO?