LAS SOMBRAS DEL INFIERNO
Me abrso en sombras, como negras astillas convertidas en cenizas, pócima de veneno que mata en el crepúsculo.. Fuego sagrado, ¡el fuego de la vida y la muerte desiertas! Acaba conmigo ya, deja que muera ahogado en tus humos grises. -Seré el Ave Fénix- me digo sacrílego, mientras expiro fuego de dragones dorados y las sierpes se enredan en mis huesos desgarrados.. Muerte, muerte, muerte, mi gran ilusión ganada, el nuevo estímulo de arrogante grabado. Mientras, el demonio huye y el fuego me abrasa.