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Mostrando entradas de mayo, 2007

ASESINATOS EN OSLO VIII

La mujer con gafas de sol y un pañuelo tapándole el pelo pedaleó por aquel parque con tranquilidad, sin dirección ni rumbo determinado. En los países nórdicos es una tradición montar en bicicleta, casi lo anormal es que alguna familia no disponga de una bicicleta por cada miembro de la misma. En su lento pedalear iba fijándose en todos los detalles del parque. Los niños jugando, las madres que los acompañaban, sentadas en los bancos, charlando animadamente, los columpios donde los niños se montaban y se desmontaban constantemente, siendo sustituidos por otros en el momento en que se bajaban de los mismos. También observó a las parejas de enamorados, sentadas en lugares más solitarios, donde los besos volaban de boca a boca, o las charlas, acompañadas de risotadas y guiños. Sin embargo, nada de todo esto parecía llamar la atención de aquella mujer. Seguía pedaleando y mirando, como si nada le llamara la atención, mientras ella, interiormente se hacía una fotografía del lugar. Observaba

MAÑANA BESARE

Mañan besaré tus labios de algodón acariciando tu piel de seda aterciopelada, resbalando mis dedos en las caricias dadas. Mañana besaré tus huecos recóndito saspirando tus perfumes dulces y salados, todos mezclados concediéndomelos enteros a mis deseos. Mañana besaré ese nectar que me deja tu fragancia a suave perfume de profundos olores sorbiendo sus finas gotas hasta entrarme temblores. Mañana te besaré de nuevo y otra vez con más amor y sentimiento por darte mi consentimiento para ser de nuevo tu gran apasionamiento.

ASESINATOS EN OSLO VII

Oslo es la capital de Noruega. La ciudad fué fundada por los vikingos hace algo más de mil años. Fué convertida en capital hacia el año 1.299 y a pesar de su fuerte tradición, hoy es una ciudad moderna, con interesantes actos culturales y una importante vida nocturna. Oleg Olsen llegó al aeropuerto y dejó su coche, un Volvo moderno en el parking del mismo.Sabía que llegaba con tiempo de sobra hasta el aterrizaje del avión donde debería llegar su ilustre visitante. Noruega es un país tranquilo. Sus gentes son de carácter más bien frío, como suele suceder con los habitantes de los países escandinavos del norte de Europa, los cuales parecen contagiados del clima ambiente que suele predominar. El comisario noruego no conocía a su huesped, pero según el informe facilitado por la Interpol, se trataba de un brillante policía español, joven y de gran astucia para resolver los casos que le llegaban. Era justo lo que necesitaba. La delincuencia en el país nórdico no suele ser importante, ni siqu

ASESINATOS EN OSLO VI

Paloma Silva era chilena. Aunque tená la doble nacionalidad, chileno noruega, sus raíces seguíen profundamente arraigadas en su corazón. Como tantas otras, su familia tuvo que exiliarse de su país durante la tremenda e inhumana dictadura del comandante Pinochet, acabando su triste deambular en el país que los ocogió con los brazos abiertos. Aquella mañana despertó tarde. Su trabajo como azafata profesional para eventor internacionales le daba a ganar mucho dinero, pero tambiién tenía obligaciones que cumplir, sin horas para terminar. Eso había sucedido la noche anterior. Tras un camisón transparente se dibujaba el cuerpo de una muer hermosa, con suaves y apetitosas curvas que hacían entrar el hambre de cualquier hombre. Ella lo sabía y lo explotaba, para eso era su profesión. Mientras abría el agua calente para relajarse con un buen baño se miraba en el espejo, con una sonrisa enigmática viendo la belleza sutil escondida tras su sensual camisón. Había dormido profundamente aquella noch

MADRE

Mamá, cuan hermosa palabra que brota de nuestros labios siempre dirigida a tu figura dispuesta a protegernos de todo en tu regazo. Madre protectora que solo hay una, única e indivisble con sus besos cálidos alimentando nuestro amor. Mamá, cuanto te quiero pues sin tu ayuda nada sería sino un ser altivo y solo sin camino ni pertenencia a la que poder amar. Madre, mi hacedora en su poderoso vientre donde comencé a sorber las lagrimas de la vida para un día poder nacer. PARA VOSOTRAS...MADRES...CUALESQUIERA QUE SEAIS...PORQUE...CASI SIEMPRE...SOIS SERES MARAVILLOSOS.

ASESINATOS EN OSLO V

El vuelo regular que transportó al comisario Carles Ruf a Oslo iba a aterrizar puntualmente en el aerpouerto de la capital noruega. Había sido un vuelo tranquilo y sin sobresaltos. El comisario iba leyendo un libro sin prestar atención aparente a su vecino de asiento, un hombre grueso y con bigote blanco, ataviado con un treje de colores claros y elegantes rematado por una corbata de colores estampados que hacían contraste con el color del traje. Los carteles ya anunciaban que se debían de abrochar los cinturones de seguridad, mientras el capitán daba las gracias por los micrófonos a los pasajero y les anunciaba que en breves momentos aterrizarían en el aeropuerto de Oslo. La temperatura ambiente que se iban a encontrar era de 15 grados. El comisario cerró su libro y se abrochó el cinturón. Su vecino lo miró y esbozó hacie él una sonrisa, a la cual correspondió de la misma manera. Rapidamente el avión fué descendiendo sin más problemas y en breves minutos tomó tierra sin mayor ambaje.

SI TE TUVIERA

Si ahora te tuviera aquí, delante mía, te daría ese beso tan insensato y loco que tanto te mereces. Si aquí estuvieras te daría ese abrazo de oso cavernario tantas veces deseado y muchas olvidado. Si ahora te tuviera mis labios besarían honda y apasionadamente tus labios dulces con amor apasionado. Si aquí estuvieras ahora y en este momento de mi corazón saldrían palabras sentidas que te dirían te amo.

ASESINATOS EN OSLO

El hombre joven sacó su documentación y la presentó en la puerta de embarque del aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Iba vestido con una camiseta de manga corta, una cazadora de cuero y pantalones tejanos. Sus cabellos eran largos y finos, sueltos en su media melena que le caía sobre los hombros. Su aspecto delgado le hacía pasar por una persona normal, como otra cualquiera de los cientos que en ese momento circulaban por el mismo aeropuerto. Tras su documento nacional de identidad apareción una placa de policía, la cual hizo ponerse firmes al guardia civil encargado del control de identidad. Rápidamente el hombre le hizo un gesto para que siguiera efectuando su trabajo con normalidad, lo que hizo aliviar la tensión del controlador. El comisario se llamaba Carles Ruf, era hijo de padre noruego y madre chilena. Su pade era un importante hombre de negocios que desde hacía muchos años había preferido venir a España para continuar con el ejercicio de los mismos, pues a parte de que su muj

ASESINATOS EN OSLO II

El comisario Oleg Olsen era un hombre alto, de complexión atlética y mediana edad, con un cabello grisáceo, corto, que siempre peinaba con ralla en la izquierda. Vestía una larga gabardina colo negro que le llegaba hasta la altura de las rodiilas, un poco más abajo, un traje, marca Pierre Cardin, color azul marino y una corbata cruzada a rayas de colores azulados. Sus ojos azul claro eran incisivos, despiertos y su mirada era apasionada, en especial hacia las mujeres, sobre todo cuando se lo permitía hacer su estatura, mas de ciento noventa centímetros lo separaban del suelo. Era noruego por los cuatro costado, además no podía negarlo aunque quisiera. En su curriculum indicaba que a parte de noruego hablaba inglés y alemán. Llevaba más de veinte años trabajando en la policía noruega y tenía una muy buena reputación en el grupo de homicidios, de ser un buen sabueso rastreador.

ASESINATOS EN OSLO III

La mujer que pedaleaba por el céntrico parque de la ciudad, era más bien joven, unos treinta años la contemplaban. Su aspecto físico delataba un origen latinoamericano, probablemente chileno, país que había exportado gran cantidad de ciudadanos a Noruega en los últimos años. Era más bien bella, con hermosas facciones, fruto del cruce indoespañol de su país de origen. De mediana estatura, pero muy bien proporcionada. Su cara denotaba la suavidad de las facciones cruzadas. Su cintura denotaba una mujer de formas atractivas para cualquier hombre, de pechos no muy ampulosos y piernas no muy alargadas ni demasiado esbeltas, lo justo. Vestía una gabardina marrón que tapaba el jersey rosa, superpuesto a una camisa de color blanco. Por debajo se podían ver unos pantalones tejanos azules y en sus pies unas zapatillas de deporte blancas que removían los pedales de la bicicleta sobre las que montaba. Tapando su pelo negro, como el azabache, un pañuelo impedía a sus cabellos volar audaces al vient

ASESINATOS EN OSLO IV

Cuando los policías entraron en piso de aquel hombre rubio, que yacía sobre la cama con una mirada de terror en sus ojos inertes, se encontraron todo en perfecto orden. No había rastros de violencia, ni de lucha, siquiera de haber sido registado el piso en busca de alguna pertenencia o con el propósito de robar. Solamente había una cosa que se salía de lo normal. Escrito sobre el cabecero de la cama, con lo que parecía la sangre de la víctima había escrita una palabra que para aquellos hombres no tenía sentido, eran incapaces de entenderla y supusieron que estaba escrita en un idioma extranjero o eran incongruentes, aun a pesar de que para escribirlas su autor se había entretenido en alinear bien las letras. La policía había recibido un aviso de la empresa donde estaba empleado el hombre que yacía sobre la cama, en el sentido de que no había acudido a su puesto de trabajo, lo cual era extrañísimo, pues en quince años no había sucedido nunca y si por algo podía criticársele era por su p

soy yo misma

soy yo misma

VESTIDA

Vas vestida de luto como una vieja abuela de antiguos años que no serán venideros. Vistes el luto de tu orgullo escondido en tu miedo a decir al mundo aquello que sabes es la verdad. Vas vestida de luto negro y opaco, combinado con transparencias por no perder lo que amas. Vistes el color de la muerte sin querer morir, sino vivir un amor eterno sin marcha atrás que locamente enamorada encontrarás.

DESEO DE TI

Esta noche hermosa de luna llena y blanca reflejada en nuestros cuerpos desnudos, deshinibidos y deseosos del uno al otro llena de amor al ambiente, de un deseo silencioso roto por nuestros labios buscando los besos dulces y apasionados. Roces de pieles abrazadas caricias tiernas rozándose vaivenes de excitación cuerpos zigzagueando en el placer de la ternura abrasadora de mil soles quemando el calor, ese calor que sentimos al vernos excitar con mil gemidos a dar que nadie ha de escuchar, hasta por fin hacer brotar el fluido de nuestro interior haciéndonos estallar en una nube de placer que agota nuestro saber.