ANGEL Y LUNA
La luna ilumina la noche
con su blanco manto
y bajo ella, mirándola,
un blanco angel,
la mira y la admira.
La luna lo acecha
y el angel la huye,
volando audaz,
rumbo a las murallas
abajo iluminadas,
en un vuelo picado
de rastro nebuloso,
blancas nubes.
El angel la admira,
la luna lo rechaza,
sin querer sentirse
tapada por su hechizo
de blanca mirada.
Blancos lunares,
ambos iluminan,
escondiendo un cielo
negro de noche abierta,
escoltados por estrellas,
como leales compañeros.
con su blanco manto
y bajo ella, mirándola,
un blanco angel,
la mira y la admira.
La luna lo acecha
y el angel la huye,
volando audaz,
rumbo a las murallas
abajo iluminadas,
en un vuelo picado
de rastro nebuloso,
blancas nubes.
El angel la admira,
la luna lo rechaza,
sin querer sentirse
tapada por su hechizo
de blanca mirada.
Blancos lunares,
ambos iluminan,
escondiendo un cielo
negro de noche abierta,
escoltados por estrellas,
como leales compañeros.
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